
Resistencia en cuarentena: entre el acatamiento a las medidas y la falta de conciencia social
Por la mañana el movimiento fue mayor por la atención al público de algunos entes oficiales que siguen con guardias mínimas. Por la tarde, las personas acatan más la medida emanadas desde los gobiernos nacional y provincial, y se nota más la presencia de fuerzas de seguridad. Pero al parecer los chaqueños continúan siendo “hijos del rigor”.

Viernes por la tarde y la peatonal capitalina brindó un inusual postal de desolación.

Los cajeros automáticos continúan siendo posibles focos de infección.
Si bien en la provincia ya estaba vigente el aislamiento social obligatorio a través de los Decretos del Ejecutivo provincial, desde los anuncios del presidente Alberto Fernández para dar batalla a una posible propagación de lcoronavirus (COVID-19), la comunidad resistenciana parece haber entrado en sintonía y se comienza a notar, de a poco, la poca circulación de personas en lugares que hasta la semana pasada eran un hormiguero. Si bien en horarios matutinos la atención al público de muchos organismos oficiales genera un movimiento notable de ciudadanos por el microcentro, la circulación de vehículos mermó considerablemente.
El servicio de transporte público, tanto urbano como interurbano, continúa con frecuencias reducidas y no se observan unidades o garitas con demasiados usuarios. Esto deja en claro que la ciudadanía hizo eco al pedido de responsabilidad social y se queda en sus hogares dándole lucha a una pandemia que sólo podrá ser controlada responsablemente entre todos
La presencia de las fuerzas de seguridad nacionales colabora con la enorme tarea que realiza la Policía del Chaco en todos los puntos de la provincia. Los lugares de conflicto continúan siendo las entidades bancarias que atraen diariamente con sus cajeros automáticos a muchos vecinos, así como los supermercados y farmacias que se encuentran combatiendo el amontonamiento de gente para brindar una atención adecuada a los protocolos preventivos en vigencia.
Lo mismo sucede con los locales adheridos a la Tarjeta Alimentar, en las zonas aledañas al macrocentro, en donde también se pueden observar largas filas en las que no se respetan la distancia de seguridad necesaria para prevenir posibles contagios de COVID-19.
Zonas comerciales emblemáticas de la ciudad, como la Peatonal y los Paseos de compras como La Feria y La Vieja Terminal, sí se adhirieron a las normativas vigentes cerrando sus locales y dejando una postal inolvidable para la mayoría de los resistencianos. Estos característicos y muy concurridos centros comerciales muchas veces sirvieron como salvavidas o rueda de auxilio para muchos vecinos que aprovechan sus locales abiertos hasta los días feriados, para comprar productos y poder salir del paso.
Más movimiento por la tarde

Realmente es poco común ver esta mítica esquina de Resistencia sin movimiento de personas en un día de la semana.
Con la caída del sol, aparecen los irresponsables que aún hacen oídos sordos al pedido de responsabilidad social al aislamiento preventivo y obligatorio. La circulación de vehículos se hace notar un poco más, al igual que el despliegue de fuerzas policiales que ponen en marcha un operativo de disuasión ejemplar.
a reducción en el horario de atención de la mayoría de los comercios exceptuados por la normativa vigente colabora con la premisa de lograr que todos los ciudadanos regresen rápidamente a sus hogares.
Los que sigue sin poder ser controlado, es el amontonamiento de clientes en los locales de venta de productos de primera necesidad, que sin importar el horario, desde que abren sus puertas tienen que luchar con cientos de clientes que todavía no entienden que hay que respetar las distancias mínimas entre personas para poder evitar una posible y esperada propagación de este enemigo invisible, el coronavirus.
Por Matías Masachs