Deportes

Actualizado el :

Por : Federico Gómez

Eduardo Moulia, ícono de Guaraní Antonio Franco: Llegó por 60 días y jamás se fue de Misiones

¿Alguna vez has escuchado una historia de fútbol que parece sacada de una película? La carrera de Moulia es precisamente eso, una travesía deportiva llena de giros inesperados y momentos épicos que merecen ser contados. Desde su inesperado debut hasta convertirse en un ícono del fútbol en Misiones, su vida es un relato de pasión, amistad y legado duradero. Acompáñanos en este viaje a través de los años dorados de un jugador que dejó huella dentro y fuera del campo.

Los Inicios y Decisiones Cruciales de Moulia

Todo comenzó en 1976, cuando Moulia, siendo un joven prometedor, fue convocado por el club Racing, gracias a la intervención del técnico Carlos “Cacho” Giménez. Este movimiento marcó el inicio de su carrera en La Academia, donde dio sus primeros pasos en el mundo profesional del fútbol. Aunque River también mostró interés en él, fue Giménez quien finalmente lo convenció de vestir la camiseta de Racing.

Triunfos y Desafíos en el Terreno de Juego

Durante su estancia en Avellaneda, Moulia no solo formó lazos de amistad en el vestuario, sino que también contó con el apoyo incondicional de su familia. Su hermano Jorge, en particular, fue un pilar importante durante esta etapa, narrando uno de los goles más recordados de Moulia contra Argentinos Juniors en 1979.

Una Carrera Marcada por la Perseverancia

La carrera de Moulia en Racing llegó a un fin abrupto en 1980 debido a un conflicto gremial. Sin embargo, esto no detuvo su carrera, ya que pronto encontró nuevos horizontes en Almagro y All Boys, equipos donde compartió vestuario con figuras como Amadeo Carrizo y Chiche Sosa, y más tarde con Horacio Bongiovanni.

Lea también  ¡Atención hinchas!: Cambio de horario en el partido River vs. Talleres, ¿a qué hora será?

El Capitán Sin Tarjetas y el Nacional 85

Moulia es recordado por su impresionante récord de jugar 300 partidos sin recibir una sola tarjeta roja, un testimonio de su habilidad y fair play en el campo. Además, su liderazgo fue crucial durante el Nacional 85, donde su equipo logró una victoria histórica contra Independiente. Curiosamente, atribuyó parte del éxito a que el equipo rival se distrajo en un viaje de compras a Paraguay justo antes del partido.

Legado y Vida Después del Retiro

Después de su paso por Buenos Aires, el destino llevó a Moulia a Misiones en 1983, donde inicialmente planeaba quedarse solo dos meses. Sin embargo, se convirtió en un baluarte del club Guaraní Antonio Franco, jugando allí durante casi una década. Su compromiso con el fútbol y la comunidad no terminó al colgar las botas. Junto con amigos como Darío Labaroni y Buby Fernández, Moulia ayudó a fundar la Lidai (Liga Deportiva Amateur Independiente) y contribuyó a la Asociación del Fútbol Argentino, reafirmando su legado como un gran profesional y una persona de calidad humana excepcional.

La historia de Moulia es la de un verdadero guerrero del fútbol, cuya técnica, dedicación y espíritu deportivo lo convierten en una leyenda digna de ser recordada y celebrada. Desde sus humildes comienzos hasta sus días como pilar de la comunidad en Misiones, Moulia personifica el verdadero espíritu del fútbol argentino.

Artículos similares

Lea también  River vs. Monterrey en el Mundial de Clubes: ¿Quién ganará? Horario, TV, alineaciones

Califica este artículo

Dejá un comentario

Share to...