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Por : Manuel Suárez

Gobierno recorta 2% del sueldo militar: medida urgente para salvar al IOSFA

¿Sabías que un cambio de administración puede convertir un superávit en una crisis financiera en menos de dos años? Esto es exactamente lo que ha ocurrido con el Instituto de Obra Social de las Fuerzas Armadas (IOSFA) en Argentina. Bajo la gestión anterior, el IOSFA disfrutaba de una salud financiera envidiable, pero con la llegada del nuevo gobierno, la situación se ha invertido dramáticamente. Descubre cómo se ha transformado la situación económica de esta institución y las medidas que se están tomando, que están afectando directamente a los militares en activo.

De la estabilidad al déficit: el giro financiero del IOSFA

En diciembre de 2023, el IOSFA cerraba el año con números que muchos desearían: un superávit de más de 13 mil millones de pesos y un patrimonio neto que seguía creciendo. La administración peronista había logrado mantener las cuentas en equilibrio. Sin embargo, con el cambio de gobierno, las cosas tomaron un rumbo inesperado. Javier Milei asumió la presidencia y Luis Petri tomó las riendas del Ministerio de Defensa, marcando el inicio de una caída financiera acelerada para el IOSFA. En menos de dos años, el superávit se transformó en una deuda que ya supera los 200 mil millones de pesos.

La situación empeoró rápidamente: una auditoría interna en octubre de 2024 reveló un déficit de 105 mil millones de pesos. Para enero de 2025, la deuda continuó creciendo, y en junio ya se estimaba en más de 150 mil millones. A agosto del mismo año, las proyecciones indicaban que podría alcanzar entre 200 y 250 mil millones de pesos.

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Medidas desesperadas ante una crisis profunda

Ante este escenario crítico, el gobierno tomó decisiones que afectaron directamente a los miembros de las fuerzas armadas. El 22 de agosto se firmó un convenio en Buenos Aires que establece un descuento obligatorio del 2% sobre el salario de oficiales, suboficiales y soldados voluntarios. Este descuento se aplica no solo al salario base, sino también a suplementos, adicionales y el aguinaldo, con el objetivo de financiar al IOSFA. Este acuerdo fue firmado por figuras clave como Betina Surballe, presidenta del IOSFA, y altos mandos de las distintas fuerzas, todos con el aval del ministro Luis Petri y del presidente Javier Milei.

Impacto y repercusiones de las medidas adoptadas

Lo que se presenta como un convenio de colaboración sanitaria es, en realidad, un recorte salarial significativo. Por ejemplo, un teniente coronel que gana un haber bruto de 1,2 millones de pesos pierde alrededor de 24 mil pesos mensuales. Este impacto se siente aún más en un contexto de alta inflación y cuando los sueldos militares ya están rezagados en comparación con otras fuerzas de seguridad como la Gendarmería y la Prefectura. Durante la campaña, Milei y Petri habían prometido equiparar estos salarios, pero la brecha, lejos de disminuir, se ha ampliado.

Esta situación ha llevado a que oficiales y suboficiales con años de servicio consideren el retiro anticipado, lo que podría resultar en una fuga de talento y una pérdida de capacidad operativa significativa en las unidades militares.

Un antes y un después en la gestión del IOSFA

El contraste entre las administraciones no podría ser más evidente. El gobierno peronista entregó un IOSFA solvente y en buena forma financiera, mientras que la administración actual lo ha llevado a una situación de quiebra virtual. Ahora, son los militares en activo los que deben asumir la carga de esta mala gestión, a través de un descuento mensual que no ofrece una solución real ni transparente al problema.

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La defensa nacional requiere de personal motivado y bien remunerado, y de instituciones que inspiren confianza y estabilidad. Sin embargo, el convenio actual promueve lo contrario: incertidumbre, recortes salariales y desconfianza. Este cambio marca un punto de inflexión que probablemente quedará en la memoria de aquellos que sienten que el Estado, en lugar de apoyarlos, les ha dado la espalda.

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