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Por : Esteban Navarro

La historia resurge con fuerza: Descubre cómo impactará nuestro futuro

¿Estás listo para descubrir cómo los acontecimientos recientes están remodelando la memoria colectiva en Argentina? En el fin de 2024, una serie de anuncios por parte del gobierno sacudió las bases de las políticas de Memoria, Verdad y Justicia, marcando un momento crítico para la nación. Te invitamos a explorar los detalles y las reacciones que estos cambios han generado, sumergiéndote en un relato que refleja la lucha entre el olvido impuesto y la resistencia activa de la sociedad.

El anuncio que marcó un antes y un después

El 31 de diciembre de 2024, la administración de Javier Milei tomó una decisión que resonó como un golpe duro contra la memoria histórica del país: el cierre del Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti. Esta medida no solo afectó al Conti, sino que también involucró al Archivo Nacional por la Memoria y al Registro Unificado de Víctimas del Terrorismo de Estado. La noticia fue comunicada de manera abrupta a través de WhatsApp, justo horas antes de la cena de fin de año, dejando a muchos trabajadores en la calle o en una incierta “guardia pasiva”.

El contexto de un país que no olvida

En medio de este panorama desalentador, el eco de las marchas y protestas resuena con la frase del filósofo George Steiner: “Lo que no se nombra, no existe”. Este principio se ha convertido en un grito de resistencia frente al intento de fomentar el olvido. A pesar de los intentos de reescribir la historia, la realidad es que los esfuerzos por mantener viva la memoria son palpables y se manifiestan de diversas maneras en la sociedad argentina.

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Por ejemplo, tan solo días antes del anuncio del cierre de estos emblemáticos espacios de memoria, las Abuelas de Plaza de Mayo celebraron el hallazgo del nieto 138. Este evento, lejos de ser un acto del destino, es el resultado de un trabajo constante y meticuloso que desafía cada intento de borrar las huellas del pasado.

Una comunidad en defensa de su historia

La reacción no se hizo esperar. La comunidad, comprendiendo la gravedad de la situación, se movilizó rápidamente. “Que la memoria arda, que la historia continúe,” se convirtió en el lema de un festival organizado en respuesta a estos cierres. Denominado “Una memoria que arde,” el evento tuvo lugar en las puertas del mismo Centro Cultural Conti, atrayendo a miles de participantes que expresaron su rechazo a las políticas del secretario de Derechos Humanos de la Nación, Alberto Baños.

Este acto de resistencia es un reflejo de la determinación de la sociedad argentina de no permitir que su historia sea silenciada o distorsionada. A través de estos encuentros, la comunidad reafirma su compromiso con la verdad y la justicia, pilares irrenunciables en la construcción de un futuro más justo.

El compromiso de seguir adelante

Desde hace más de ocho años, el grupo de trabajadores y trabajadoras de la comunicación que fundó la Cooperativa ha mantenido viva la llama de los Derechos Humanos. Su agenda, lejos de ser neutral, celebra la diversidad y el compromiso activo con la memoria colectiva. La lucha continúa y cada paso adelante en la recuperación de la identidad y la historia de las víctimas del terrorismo de estado es un testimonio del poder de la memoria sobre el olvido.

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En resumen, aunque los desafíos son grandes, el espíritu de resistencia y la determinación de mantener viva la memoria histórica en Argentina son evidentes. La comunidad sigue luchando, demostrando que la verdad y la justicia no son negociables, sin importar los obstáculos que se presenten.

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